La inhalación de cannabis mejora los síntomas en pacientes con reservoritis crónica
Según los investigadores, el uso diario de flores de cannabis brinda un alivio duradero a los pacientes con reservoritis crónica. datos publicados en la revista Informes de casos de ACG. reservoritis Es una afección inflamatoria que ocurre comúnmente en pacientes que se han sometido a una cirugía para tratar la colitis ulcerosa.
Investigadores israelíes evaluaron el consumo de cannabis en nueve pacientes con reservoritis resistente al tratamiento. Los pacientes inhalaron un gramo de hierba de cannabis (16% de THC) al día además de sus medicamentos habituales. Los pacientes fueron seguidos durante un año.
Los datos se recopilaron antes del consumo de cannabis y entre 8 y 12 y 52 semanas después de comenzar a consumir cannabis. Los datos incluyeron síntomas del paciente, examen físico, hemograma completo, pruebas de enzimas hepáticas y de función renal, proteína C reactiva y calprotectina fecal y endoscopia de bolsillo. Los pacientes completaron cuestionarios de calidad de vida (encuesta abreviada de calidad de vida de 36 ítems) y cuestionarios de efectos secundarios en los mismos momentos. Para el análisis estadístico se utilizó SPSS para Windows, versión 25 (IBM, Armonk, NY).
Los investigadores informaron lo siguiente: “Ocho de nueve pacientes informaron una mejoría en los síntomas, incluidos dolor e hinchazón abdominal, náuseas, apetito y bienestar general. También mejoraron el estado de ánimo, la memoria, la concentración, el sueño, el estado de alerta y las funciones diarias. Los pacientes no informaron alucinaciones, efectos conductuales negativos, agitación o confusión. Ninguno reportó exacerbación de EII [enfermedad inflamatoria intestinal]".
Concluyeron: “Hasta donde sabemos, este es el primer informe sobre el efecto del consumo de cannabis en pacientes con reservoritis crónica. … El consumo de cannabis resultó en una mejora significativa de los síntomas y una mejor calidad de vida en este grupo de pacientes con reservoritis refractaria. Se necesitan estudios controlados más amplios para evaluar mejor el papel del cannabis en el tratamiento de la reservoritis crónica”.
Estudios anteriores han demostrado que el cannabis puede aliviar los síntomas asociados con diversos trastornos gastrointestinales, incluidos Enfermedad inflamatoria intestinal, la colite ulcéreuse, la enfermedad Enfermedad de Crohn y la gastroparesia. Hasta donde sabemos, este es el primer informe sobre el efecto del consumo de cannabis en pacientes con reservoritis crónica. Todos los pacientes informaron una mejoría sintomática significativa, incluida una mejora en PDAI, disminución de las deposiciones y diarrea nocturna, una reducción de la incontinencia fecal y, en consecuencia, una mejor calidad de vida. Este efecto positivo se mantuvo después de 1 año.
El tratamiento de la reservoritis falla hasta en dos tercios de los pacientes, y en 6 a 10% de los pacientes, el fracaso de la reservorio conduce a una ileostomía. A pesar de la importancia de la remisión endoscópica como objetivo principal del tratamiento, la reducción de los síntomas es la primera prioridad del paciente. La mejoría sintomática es el factor cardinal que permite el funcionamiento diario normal en todas las dimensiones, incluido el trabajo, la vida social y las relaciones familiares. Por lo tanto, la mejoría de los síntomas es tan importante como la disminución de los marcadores inflamatorios o de las puntuaciones endoscópicas, especialmente en pacientes con reservoritis refractaria en quienes otras opciones de tratamiento han fracasado.
La activación del sistema endocannabinoide retrasa el tránsito colónico, aumenta los umbrales de dolor y reduce las secreciones de líquidos. El cannabis mejora la colitis en modelos experimentales de CU en roedores y en pacientes humanos. Los pacientes de nuestro estudio recibieron cannabis de composición conocida, que contenía un 16% de Δ-9-tetrahidrocannabinol y sólo trazas de cannabidiol. Las puntuaciones endoscópicas mejoraron en 5 de 8 pacientes que se sometieron a una segunda (semana 12) y una tercera (semana 52) de endoscopia. La calprotectina fecal aumentó entre las Visitas 1 y 2, pero cabe señalar que, aunque objetiva, la calprotectina fecal no ha sido validada ni estudiada bien en la reservoritis hasta la fecha. Se necesita más investigación sobre varios compuestos del cannabis para identificar aquellos con máximos efectos antiinflamatorios.
En conclusión, el consumo de cannabis produjo una mejora sintomática significativa y una mejor calidad de vida en este grupo de pacientes con reservoritis refractaria. Se necesitan estudios controlados más amplios para evaluar más a fondo el papel del cannabis en el tratamiento de la reservoritis crónica.